El mercado se encuentra invadido por estabilizadores de tensión de dos o tres etapas de compensación, que si bien son de bajo precio, pobremente compensan las deficiencias del suministro eléctrico. A los efectos de lograr una buena calidad de energía para su equipamiento, nuestros estabilizadores electrónicos, poseen cinco o nueve etapas de compensación, asegurando que la tensión de salida se encuentre dentro del 5% o del 3% del valor nominal. Además poseen filtros para reducir las interferencias y perturbaciones presentes en la red eléctrica. Cuentan también con un dispositivo protector de sobretensiones ultra rápido.

El estabilizador compensa la diferencia entre el valor real de entrada y el valor nominal deseado a la salida.
Esta compensación se realiza por “pasos” (o etapas) de manera que cuanto más etapas posea un estabilizador, más próxima estará su salida al valor nominal de 220 Voltios.
Casi todos los estabilizadores de tensión están diseñados para un rango de tensión de entrada desde 176 a 242 Voltios lo que corresponde a una variación del -20% al + 10%.